Cuando
un espermatozoide se pone en contacto con el óvulo, desencadena
una reacción que impide la penetración de otros
espermatozoides. Únicamente penetran la cabeza y el cuello,
el flagelo y la parte intermedia quedan fuera.
A
continuación, se individualizan los núcleos de los
gametos denominados pronúcleos. La fusión de los
pronúcleos originará el conjunto de genes o genoma
del futuro embrión.
El huevo es una célula binucleada que contiene el número
de cromosomas característico de la especie: la mitad heredados
del padre y la otra mitad de la madre.
El
huevo empieza a preparar su primera división: los pronúcleos
duplican su material genético y se aproximan entre sí;
sus cromosomas se individualizan y se hacen visibles; sus membranas
nucleares se disgregan, y acto seguido, los cromosomas homólogos
de cada par se disponen en el ecuador del huso acromático
(que se ha formado a partir del centriolo del espermatozoide)
y dan comienzo a la primera división celular del futuro
embrión.
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