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El edificio más importante de la ciudad de Uclés es el Monasterio de La Orden de Santiago, fue levantado sobre la base de un fuerte árabe, se amplió en el medievo y se culminó entre los siglos XVI y XVII.
El conjunto de edificios que se pueden visitar, hoy en día, en Uclés constituyen un sucesivo ritmo de estilos:
- En el plateresco, de la primera mitad del siglo XVI, se edificó el ala este del gran monasterio
- En el herreriano, se edificó la iglesia que ocupa el ala norte, la cual fue concluida en 1598.
- En el barroco, se edificó a lo largo de los siglos XVII y XVIII, el resto del monasterio. Cuyas obras no concluyeron hasta 1735, fecha que se observa en la portada principal.
Fue declarado Monumento Nacional en 1931.
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Recorrido a realizar en el interior del Convento:
- Puerta principal
- Zaguán
- Patio
- Iglesia
- Sacristía
- Refectorio
- Escalera principal
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Puerta principal |
Se accede al monasterio por una impresionante portada construida en 1735 por Pedro de Ribera, e l más grande de los arquitectos del barroco español.
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La portada principal es un auténtico retablo de piedra de estilo churrigeresco, en el que se puede admirar simultáneamente el equilibrio de los diversos componentes, las bellísimas proporciones del conjunto y la esmerada ejecución de los múltiples elementos decorativos incorporados (armaduras, yelmos, banderas, cruces, leones, guerreros, trofeos, etc), elementos caballerescos propios de la Orden de Santiago.
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La puerta consta de cuatro pilastras, en ella dominan dos cruces de Santiago, colocadas bajo corona real.
Como remate existen dos bustos de moros sujetos con cadenas y medio cuerpo de Santiago, que levanta en su mano derecha una espada de hierro, en que se leen caladas las palabras FIDEI DEFENSIO (Defensa de la fe), mientras en la izquierda lleva la cruz maestral. En la base de esta figura se encuentra inscrita la leyenda CAPUT ORDINIS, que indica la entrada a la casa madre y cabeza de la Orden de Santiago.
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Por último, dos inmensas puertas de bronce adornadas con conchas sobre cruces de Santiago, permiten el acceso al interior del edificio.
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El Patio |
El patio central del monasterio, construido a mediados del siglo XVII, es especialmente llamativo.
Corresponde a la época barroca, tiene doble claustro alto y bajo:
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- el bajo está abierto por 36 arcos de medio punto, sostenidos por pilares cuadrangulares. La ornamentación es sencilla, a excepción de las enjutas y las claves de cada arco que se encuentran talladas con motivos vegetales y animales distintos.
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- el superior está cerrado por balcones.
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Todo el patio está pavimentado con losas cuadradas de piedra.
En el centro, hay un hermoso aljibe, de brocal también barroco, con el escudo real por un lado y la cruz de la Orden de Santiago por el otro.
El patio se cierra por el norte con la nave de la iglesia, la cual cubre su cabecera con una torre con balaustrada que da paso a un chapitel cubierto de pizarra, típico de las construcciones de los Austrias. Se encuentra rematado por una esfera de cobre de unos dos metros de diámetro sobre la cual se divisa una enorme veleta en forma de gallo y por encima una cruz de Santiago de unos tres metros y medio de altura.
Las dos torres de los pies de la iglesia perdieron sus respectivos chapiteles una en 1845 y la otra en 1877.
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Iglesia |
La Iglesia es de grandes proporciones (65 m. de largo por 12 de ancho), posee sillares bien escuadrados, de planta de cruz latina y una sola nave con cinco tramos y un coro elevado.
Posee capillas laterales comunicadas entre sí formando como dos naves menores.
El crucero está resuelto con una cúpula de media naranja que apoya sobre pechinas y remata en una elevada linterna que alcanza los 36 m. de altura.
La obra trazada por Francisco de Mora se terminó en 1598.
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El retablo original se debe a Francisco García Dardero (siglo XVII), de cual sólo queda la parte superior, la inferior fue destruida durante la Guerra Civil.
En el centro del retablo se observa un lienzo de Santiago a caballo luchando contra los moros, obra de Francisco de Ricci (1670) , pintor de cámara de Carlos II.
La bóveda hemisférica que se divide en cinco partes, está decorada con pinturas que representan la pasión y glorificación del Señor.
Dominando el altar dos grandes repisas sostienen las esculturas de S. Agustín (escribiendo la Regla de la Orden) y de S. Francisco de Borja que tomó el hábito santiaguista en este convento.
Los intercolumnios están decorados con pinturas de la adoración de los Reyes, la adoración de los pastores, la Ascensión del Señor y la Venida del Espíritu Santo. Sobre los arcos de las capillas, hay dos grandes cuadros, que representan la batalla de Las Navas y la de Santa María de Tentudia,
Sólo son originales las pinturas de la parte alta del ático, el cuadro central en el que figura Santiago Caballero, los cuatro Arcángeles que ocupan las pechinas, así como los grandes lienzos de la parte alta de la nave que recuerdan las hazañas batalladoras de la Orden.
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Es de reseñar las singulares rejas y cancelas de acceso a las puertas del norte y de poniente.
La anterior iglesia guardaba los restos del Maestre don Rodrigo y de su hijo Jorge Manrique, el que cantó la muerte de su padre en las famosas Coplas. La construcción de la actual iglesia removió los sepulcros y su sepultura definitiva es de incierta localización.
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Sacristía |
La sacristía pertenece a la primera época constructiva.
Está formada por dos naves que forman un ángulo recto, se cubre con bóvedas de crucería, cuyos arcos rebajados son recibidos por ménsulas, asentadas a su vez en un entablamiento corrido. Las claves están adornadas de rosetones de artística madera tallada y policromada, sobrepuestos a la piedra.
En la Sacristía destacan:
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Refectorio |
El refectorio es la pieza más cuidada de este convento, por el suntuoso artesonado que lo cubre, tallado en madera de pino.
Esta compuesto por casetones, en cuya primera fila aparecen 36 bustos, que corresponden a los Maestres de la Orden de Santiago.
Se encuentran presididos, en la cabecera, por el busto del emperador Carlos V, que porta los atributos imperiales de corona, orbe y cetro.
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En uno de los casetones aparece representado un esqueleto de medio cuerpo con corona de conde y manto sobre sus huesos, alrededor lleva una inscripción en latín que traducida dice: "Vosotros, los que os tenéis en algo, deteneos ahora un poco, os ruego, y considerad mis palabras: No perdono a nadie".
Según Quintero Atauri, estos conceptos en boca de la muerte concuerdan con el recuerdo de don Álvaro de Luna, condestable de Castilla y maestre de Santiago, que murió trágicamente y que no dejó un buen recuerdo entre los caballeros de la Orden.
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Por debajo de todo el artesonado corre un friso con una leyenda en que figura el nombre del prior que lo comenzó don Pedro García de Almaguer, y el del que le dio fin, en 1548, don Francisco de la Flor.
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Escalera principal |
A mediados del siglo XVII se construyó la escalera principal, que permite el acceso de una a otra planta del edificio.
La monumental escalera principal se abre en dos brazos en un segundo cuerpo.
Es notable por la estereotomía, o manera como están cortadas las piedras, tanto de la portada de acceso desde la galería inferior, como las de los arcos que dan acceso al claustro superior.
La escalera está presidida por un gran lienzo que representa la aparición del Apóstol Santiago en la batalla de Clavijo, obra de Antonio González Ruiz, pintor de Cámara del Rey Fernando VI.
En frente, otro gran lienzo del siglo XVIII, reproduce a la Inmaculada de la que los Caballeros de la Orden eran especialmente devotos.
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Fachadas exteriores |
Es la más espectacular fachada del edificio, constituye una acabada muestra de arte plateresco.
Varios elementos se repiten como motivos esenciales: las conchas, las cruces gladiformes, las armaduras, las calaveras, etc.
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Queda en esta fachada un testimonio de la utilización de la antigua ciudad de Segóbriga como cantera de la nueva construcción, ya que junto a la ventana central del refectorio se puede ver un sillar reutilizado con la leyenda IULIUS CELTIBER.
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Muestra un estilo herreriano bastante puro.
La línea de los sillares se rompe para alojar una portada monumental de depurado estilo clásico que alterna el orden dórico y el jónico.
En el Oeste se abre la portada principal de la Iglesia. Esta portada es la más monumental, presenta dos cuerpos, con columnas estriadas y capiteles compuestos, rematada por un frontón.
El cuerpo superior cobija un tondo con la imagen de Santiago Caballero en Clavijo.
Líneas de sillares conforman la fachada del oeste hasta dar a la de mediodía y puerta principal.
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